Villanueva, pintor de las luces y de las sombras a través de la técnica de la tiza de yeso aplicada sobre la pizarra, técnica hasta ahora desconocida y no practicada desde épocas remotas.
Hay indicios del uso de esta técnica en los pueblos primitivos como una expresión básica del yeso, material normalmente utilizado para otras tareas más convencionales.
Esta técnica resucitada por Villanueva nos lleva a recuperar expresividades de tiempos pasados, donde predominaba la ausencia del color y donde el blanco y el negro eran las únicas claves para la ejecución de la obra de arte.
Blanco y negro están presentes en la obra de Villanueva para acercarnos a esos comienzos del hombre artista, sin convenciones, en su esencia, sin mas utensilios que un trozo de carbón o de tiza y sin mas lienzo que la piedra natural del techo de su cueva.
Así, la pintura, o más bien la no pintura de Villanueva, recoge la fuerza de la expresión más básica de los artistas primitivos, pero llevándola a un nivel de excelencia a través de la técnica y del lenguaje cultural de nuestro siglo XXI, con tintes antiguos de un Rembrandt alegre o tintes más actuales de un sombrío Hopper.
Ven a conocer en esta página, a un artista no convencional, a un artista preocupado por volver a los fundamentos de la pintura pero a través de una elaboración y de una técnica exquisita, combinación de éxito, que solamente les está permitido a los artistas privilegiados, a un artista como Villanueva.
Villanueva, pintor de las luces y de las sombras a través de la técnica de la tiza de yeso aplicada sobre la pizarra, técnica hasta ahora desconocida y no practicada desde épocas remotas.
Hay indicios del uso de esta técnica en los pueblos primitivos como una expresión básica del yeso, material normalmente utilizado para otras tareas más convencionales.
Esta técnica resucitada por Villanueva nos lleva a recuperar expresividades de tiempos pasados, donde predominaba la ausencia del color y donde el blanco y el negro eran las únicas claves para la ejecución de la obra de arte.
Blanco y negro están presentes en la obra de Villanueva para acercarnos a esos comienzos del hombre artista, sin convenciones, en su esencia, sin mas utensilios que un trozo de carbón o de tiza y sin mas lienzo que la piedra natural del techo de su cueva.
Así, la pintura, o más bien la no pintura de Villanueva, recoge la fuerza de la expresión más básica de los artistas primitivos, pero llevándola a un nivel de excelencia a través de la técnica y del lenguaje cultural de nuestro siglo XXI, con tintes antiguos de un Rembrandt alegre o tintes más actuales de un sombrío Hopper.
Ven a conocer en esta página, a un artista no convencional, a un artista preocupado por volver a los fundamentos de la pintura pero a través de una elaboración y de una técnica exquisita, combinación de éxito, que solamente les está permitido a los artistas privilegiados, a un artista como Villanueva.